Por Pablo Concha (@scarypablo), periodista.
Sílaba Editores publica el primer poemario de la gestora cultural Camila Melo.
La noche dice nunca (Sílaba Editores, 2023) es el primer poemario de Camila Melo Parra (Bogotá, 1989) quien había publicado poemas en antologías como 100 mujeres poetas (Nueve Editores, 2019), Como si correr sirviera para escribir, Antología de ficciones sobre correr y tiempo (Otra Parte, 2016) y Desnudez Roja, de la colección Poetas en Cuero (Clío Artesanal, 2015), además de trabajar en medios culturales desde hace varios años. La noche dice nunca, publicado dentro de la colección “Sílabas del Viento”, despierta y transita muchas emociones: nostalgia, desamor, soledad; así como infinidad de sensaciones táctiles. El cuerpo está muy presente, pero se trata de una corporalidad que no solo es erótica.
“Y sí, es contigo con quien olvido el silencio, la sombra y el miedo.
pero no existes de Camila melo
Pero no existes.
Eres solo el parafraseo de mis fantasías”.
Pablo. ¿Cuánto tiempo tomó reunir los poemas que conforman La noche dice nunca y cómo fue el proceso de edición con Sílaba Editores?
Camila. Empecé a escribir hacia los diecisiete años. Hace aproximadamente dos años empecé a leer y a organizar algunos poemas de diferentes instancias de vida. Hace un año envié el manuscrito a Sílaba, y mi editora, Lucía Donadío, hizo un trabajo amoroso e impecable con la revisión y organización de los poemas. Ella logró edificar esa armonía que tiene el proyecto como libro. Además de ese laborioso trabajo, destaco la participación de Andrés Castañeda en el diseño de la cubierta y el de Andrés Rodríguez en un par de ilustraciones que acompañan las páginas interiores; ambos lograron darle una identidad visual a gran parte del recorrido de las páginas.
P. Da la impresión de que Alejandra Pizarnik está muy presente detrás de las páginas de La noche dice nunca. ¿Qué significa su poesía para ti?
C. Su poesía fue un hogar en momentos en los que sentía que no podía encontrar respuestas en términos más profundos a los ordinarios. Su no hallarse, pero aun así dejando un rastro indeleble en cada poema, fueron reveladores para mí. Ella intentaba reparar esa herida fundamental que la hacía sentir ajena a este mundo y para mí cada poema hacía parte de una morada donde podía dar pasos firmes, a diferencia de mi mundo tan lleno de fango.
P. ¿Poema favorito de Pizarnik?
C. “Revelaciones”. De hecho, al interior del libro, una de sus frases es epígrafe de uno de mis poemas. Lo comparto:
Revelaciones
En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey.
Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.
P. El lector logra experimentar muchas sensaciones táctiles al leer estos poemas, el cuerpo está muy presente, pero a su vez una corporalidad que no es solo erótica. ¿Qué es lo más difícil al plasmar el cuerpo en la poesía y cómo aprendiste a hacerlo?
C. El cuerpo es un territorio semántico y cada cosa que vivimos-sentimos nos marca de manera definitiva. El éxtasis, el dolor, la muerte e incluso cualquier sensación intrascendente, aparentemente, está dejando un rastro en nosotros. Creo que de manera inconsciente siempre me ha gustado hablar a través de esas sensaciones, sabores, texturas, caricias o heridas que a veces tienen también mucho que contarnos sobre un relato. Percibir el cuerpo como un medio poético también nos ayuda a ver que mucho de lo que nombramos o escribimos no solo está en el papel, sino que cohabita en la memoria no solo de lo etéreo. Creo que lo más difícil es no querer caer en lugares comunes, pero lo hacemos. Y a todos nos sucede; hablo tanto de grandes referentes de la poesía como de los escritores contemporáneos. Pero más que aprender a hacerlo, el reto es hacer que ese lugar común a veces tenga un sello genuino que se conecte con el lector, que por supuesto también está lleno de lugares comunes. No solo hablo desde la exploración manifiesta del cuerpo sino también de la existencia misma.
P. Hay un par de poemas como “La hoja en blanco” y “Abril de adioses III”, que semejan entradas en un diario o fragmentos de narrativa. ¿Has considerado escribir algo que no sea poesía?
C. Muchos de los poemas parecen relatos de un diario. Cuentos solo he escrito un par a lo largo de mi vida, pero no me he concentrado en desarrollar el género un poco más. Siempre he sentido que el poema es el abrigo con el que me siento más cómoda. Si abro el ropero y visualizo a la distancia esas diferentes posibilidades que me brinda el lenguaje, más que otros trajes como la narrativa, sin duda ha sido la poesía o la prosa poética la que he usado para poder relatar mi desnudez.
P. ¿Qué es lo más importante que un poema debe lograr?
C. Un poema es como una caja de pandora. Cuando el lector entra en él, su experiencia no solo lo lleva a un estímulo cognitivo, sino también a uno sensorial y emocional. Un poema nos lleva a caminos que ya hemos recorrido o nos plantea dimensiones que en la inmediatez no lograríamos cuestionar. Hay poemas que nos parten en dos y otros que nos llenan de éxtasis. Los poemas no son las olas, sino la profundidad del mar y llevarnos a esa dimensión es lo que deberían lograr.
P. Hay un poema inspirado en una canción de Radiohead del álbum The Bends. No pareces una poeta rockera. ¿Qué significó esa canción y cómo vino este poema a ti?
C. No soy una poeta rockera, pero sí una muy melómana. Ese poema lo escribí muy cerca de la fecha del concierto de la banda en Colombia. Uno siempre apropia canciones como parte de su soundtrack personal. También lo hace con películas, libros, poemas y hasta con pinturas. Este poema retoma tantas sensaciones: esa mujer que fui y que recordaba sus momentos de angustia, los de placer, y que también anunciaba las ganas voraces de una próxima historia, a la que tal vez le dedico Don’t let me dry…
P. ¿Cuáles podrías decir que son las poetas o autoras que más te han influenciado?
C. Sin lugar a dudas Alejandra Pizarnik, Idea Vilariño y Cristina Peri Rossi.
P. Cada lector tendrá sus poemas favoritos al leer La noche dice nunca. ¿Cuál es el más significativo para ti o del que estás más orgullosa?
C. Creo que mi favorito es el poema de cierre. Muchos son de otros momentos de mi vida y escritura, y creo que, si bien soy fiel a todos ellos, este último, titulado “Campo de guerra”, me parece muy bello.
P. ¿Libros de poesía favoritos?
C. Poesía completa de Alejandra Pizarnik, Poesía completa de Cristina Peri Rossi, Poesía completa de María Mercedes Carranza, Amanecer en el Valle del Sinú de Raúl Gómez Jattin, Libro del desasosiego de Fernando Pessoa, Altazor o el viaje en paracaídas de Vicente Huidobro.
P. ¿Qué viene ahora para Camila Melo?
C. Seguir explorando los caminos que me permitan compartir esta noche, escuchar silenciosamente lo que ella tiene para decirme, más allá de los nunca.
Saber más sobre Pablo Concha
Pablo Concha (Cali, Colombia), es autor de los libros de cuentos de misterio/terror Otra Luz (2017) y La piel de las pesadillas (2020). Además de escribir narrativa, colabora frecuentemente con reseñas de literatura latinoamericana actual y entrevistas a escritores, editores y traductores en la revista Libros & Letras y en otros medios culturales.
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